Y los días pasaron de la manera mas "absurdas" que os podáis imaginar. Contando cada céntimo que tenía en el bolsillo pero con la tranquilidad y el respaldo que me ha ofrecido esta joven familia. Pablo se levanta a las 5:30 para ir a trabajar, yo duermo como un lirón hasta las 9, me despierto y su mujer, Carolina, que está de cinco meses, me da un toque para bajar a desayunar juntos. Quizás no lo saben, pero sin darse cuenta se han convertido en una pieza clave de este viaje. Un apoyo tanto estratégico como a nivel emocional y personal. Carolina y yo hablamos por las mañanas mientras el pan espera ser devorado y la mermelada anhela haber sido una preciosa fruta. Al final, te enteras de muchas cosas a la vez que aprendes y desmenuzas vergüenzas creando un ocaso real, claro y visible.
Esta familia me abrió las puertas de su casa. La situación real de cada uno solo sale a relucir con quien realmente tienes confianza y yo les he ofrecido la mía y ellos la suya. Mi viaje es un simple viaje. Sus vidas no son simples vidas y aun menos fáciles.
El amor llegó a sus vidas como el cabrón suele hacerlo; Sigiloso, a hurtadillas y por la espalda. Ella 19 y él 28. El amor... el amor verdadero no entiende ni de edades, ni de razas, ni de estatus social. El amor es amor y como tal, envenena a ambos con ese sentimiento de dependencia y agonía. El amor es rojo y maravilloso. El amor son vellos de punta y escalofríos por la espina dorsal recordándonos que somos humanos y necesitamos de él.
Ninguno era de familia rica. Ninguno podía mantener al otro... pero eso da igual si el amor es verdadero, como que hoy nieva y que mañana saldrá el sol aunque sea entre nubes.
Este asesinato a la coherencia se produjo en Chile, ciudad natal de ella aunque con antepasados gallegos y ciudad de adopción de él. Pablo la miró a los ojos y le propuso; Yo me voy a buscar un futuro mejor...¿Quieres venirte conmigo? Y ella, con ese lazo invisible que sin darse cuenta lo unía a él, aceptó el reto de vivir.
Viajaron a Canadá, las previsiones para España estaban lluviosas y decidieron probar en Canadá, que aunque el Sol no calentaba, el suelo los mantenía en pie pudiendo observar oportunidades.
Pablo es Chef. Un Chef en Canadá es valorado como un profesor de surf en medio de las Rocky Mountain. Un Chef en Canadá es como ser un profesional del atletismo en medio del Océano. Eso hizo que su frustración le agarrara del cuello. No podía innovar, ni cocinar, ni opinar sin que un pedazo de queso decorara su obra, con la única excusa de... "Esto aquí es así". El top ten de la gastronomía en Canadá es una Cheesburguer con un palillo en medio que si le cuelga un trozo de bacon frito... es cocina de autor.
Inconformista, tuvo que buscar otras fuentes de ingresos. Se dedico al mantenimiento de un campo de golf, pero no era suficiente. Así que también agarró con fuerza aunque sin ganas un trabajo creando lo que se llama comida y basura en Europa por las noches en otro restaurante... pero los sueldos eran tan precarios que accedió a otro empleo reponiendo en unos grandes almacenes. Ella, que por entonces no estaba en cinta, ni en dvd... también trabajaba en lo que podía. vivían en el sótano de una familia mexicana que le ofrecieron el lugar. La familia mexicana tenía hijos pequeños y estos son incapaces de entender que los del submundo, trabajan 16 horas diarias y que carecen de Domingos, por lo tanto, hacen el ruido que les sale de los cojones imposibilitando a los explotados, el derecho de dormir sin oportunidad de queja.
Y el tiempo pasó como suele hacerlo; en forma de calendario tachado y miles de minutos, con noches y días en cámara rápida como si todo hubiese sido un sueño aunque la memoria deba recordarlo de vez en cuando para valorar lo que hoy... es hoy.
Cuando llegué a esta casa llamado por una bandera de España que hacía de cortina, este joven matrimonio se estaba mudando, por primera vez en 3 años en Canadá, y yo sin saberlo, a su primer hogar personal sin bajar escaleras para ir a la cama. El primer invitado. El primer inquilino y encima de una moto, altruistas y sinceros como quizás los mejicanos. Sin mirar mi cuenta bancaria ni la marca de mi moto... que quizás hubiese sido un handicap en vez de un reclamo.
Gracias a esta estancia he podido conocer varias cosas y personas; Primero a Deib, el vecino, a David y lo más importante, quizás... que el amor verdadero aún existe.
Deiv, como he dicho anteriormente es el vecino. Un vecino peculiar sin lugar a dudas. Amante de las Harley Davison, creativo a más no poder y buena persona. Se encontraba haciendo cosas en los alrededores de la casa y me vio observar la nada en la terraza. Anteriormente Pablo y Carol le habían hablado de mí y del loco viaje que estaba realizando. Me invitó a su garage.
El garage era el sueño de cualquier amante del motor. Todas las herramientas necesarias para crear lo que la mente quiera y arreglar todo lo que necesites. Un hombre muy delgado, con una generosa barba canosa y unos azules ojos que habían visto y analizado muchísimas cosas.
Me ofreció una cerveza mientras señalaba un frigorífico con sus negras manos, curtidas de tanto trabajar el hierro. El garage era adornado por mil y una señoritas desnudas de diferentes épocas. Hablamos de todo un poco. De mi aparatoso viaje, de su nueva creación y de su "familia"; Su hija, su primera Harley Davison violeta y su Hijo... una Harley negra. Su nueva creación era una máquina para quitar la nieve partiendo de un motor y construyendo con sus propias manos absolutamente todo... desde el asiento, el volante, la pala... todo.
Esta afición nació, como muchas cosas brillantes, por la necesidad. "Vengo de una familia pobre" me decía sonriente y cuanto a los 5 años le pidió a su mamá una bicicleta, ella le explico que no tenían dinero para ella. Su padre los había abandonado y el venía de un orfanato donde pasó 1 año que aunque tuviese 3 añitos cuando salió, aún recuerda cuando su mamá volvió por él.
Al no haber dinero para bicicleta, el mismo la construyó. A partir de ahí todo fue superación tras superación desde coger motos y arreglarlas completamente e incluso a crear, con quién se convirtió en su padre adoptivo un Helicóptero en el sótano de su casa. Sí, un puto helicóptero, el cual tuvieron que desmontarlo y volverlo a montar en el exterior. Lo mas grande... es que el helicóptero voló. Hoy en día, construir es su trabajo. Se dedica a realizar proyectos en vehículos industriales. Si tu empresa necesita tirar cables, el construye un "robot" para que una vez aparcado el vehículo, le des a un botón y los rollos salgan como el cliente desee. Para mí es un genio.
No vemos casi todos los días. Y el avance de su maquina para quitar nieve avanza con éxito y si una pieza se mueve, le sueldo esto y listo. Ayer me alzó la mano de nuevo. "Fernando.... Ven... entra" Al entrar me miraba sonriente, pensé que había terminado su maquina... pero no. Alzó la mirada al suelo con esos ojos azules que se habían vuelto como los de un niño ilusionado. Mirá a mis pies y había una suspensión al completo. "Para ti y si no es la suya, haremos un nuevo proyecto" Le había pedido a un amigo que buscara una suspensión para mi moto y el hombre fue y la llevó cuando pudo a cambio de nada. No querían nada de este viajero, simplemente ayudar en mi viaje. No me lo podía creer.
Apartando la suspensión, que ya de por sí es un grandísimo detalle, este hombre para mí es genial. No solo por su cordial forma de ser, que es maravillosa, sino por su forma de afrontar la vida que le tocó desde muy pequeño. De como tenía un sueño, que era esa Harley y luchar para conseguirlo. Podría haber caído en mil mundos diferentes y malos pero resurgió para un mundo mejor.
Reímos mucho porque a los dos nos llaman locos. A los dos nos dicen que tenemos que sentar la cabeza cuando ni realmente eso sería sentarla porque no sabemos que es eso sinceramente o quizás lo sabemos pero es un mundo lleno de mentiras, infidelidades y otras canciones que ya suenan como un ronroneo más que un consejo. Mirando a Deiv, mientras mi cabeza iba traduciendo la mayor de las palabras recordé aquello que me dijo mi amigo Pery cuando teníamos 14 años. "Yo te veo a ti de mayor, soltero, con una barba y viajando por el mundo en una moto" No lo sé porque quizás aún no me veo mayor aunque cada día soy más consciente de que sí. Pero de más mayor, no me importaría ser como Deiv.
Y así pasan los días en Edmonton. Mañana es Martes 4, la moto aún no está lista porque el regulador llegó en mal estado y han pedido otro. Mala suerte... o quizás no. Quizás para el Viernes 7 pueda continuar con este viaje.
Hay esperanza para el ser humano... precioso!
ResponderEliminarGran tipo debe ser este hombre Deiv..me molaria conocerle, jeje yo tambien soy de disfrutar en mi taller.. tambien Pablo y Carolina, pienso que tienes suerte Fer de encontar genta tan maja en tu camino.. mucho animo cabesa!!
ResponderEliminar.
ResponderEliminarTodavía hay gente buena y cojonuda en el mundo!
no he llorado porque soy un hombre....jajajaja....pero el nudo en la garganta es de doble lazada loko,gracias,gracias x compartir tus experiencias, gracias x hacernos ver q lo imposible ,es posible
ResponderEliminar:) Que bonita historia.
ResponderEliminarCesar
Gracias por hacer este viaje y por compartirlo.
ResponderEliminarBúfalo, llevas el angel de la guarda a destajo en este viaje. Dale alguna tregua de vez en cuando.... jejeje.
ResponderEliminarEs impresionante la aventura que estás viviendo, sigue adelante sin miedo, y con respeto.
Como dice Navieiras, "eres nuestra gasolina".
Mola cuando escribes asi!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
viva la gente buena
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